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BÁSICOS

pueda reforzar por las ayudas en forma de políticas

monetarias y fiscales agresivamente expansivas. Sí,

podría haber empresas que puedan recibir un espal-

darazo y aprovechar para ampliar nichos de mercado,

adquirir ventajas competitivas e incluso comprar a

competidoras.

Aun partiendo de esa base, es fundamental intentar

seleccionar el momento óptimo de inversión: no hay

que olvidar que para recuperar un 50% de caída, el

activo se tiene que duplicar.

La pregunta del millón estos días es ¿ha tocado suelo

el mercado? Si algún lector pensaba que aquí se

contestaría a esta pregunta está equivocado, es impo-

sible responderla con seguridad. Cada analista tendrá

sus estudios que le permitan elaborar estrategias y

tácticas de inversión; pero si alguien asegura cate-

góricamente que las bolsas “no pueden caer más” no

habría que hacerle mucho caso.

Desde los máximos de las bolsas, marcados entre el

19 y el 20 de febrero hasta los mínimos (al menos por

ahora) hay índices que han perdido un 40% y acciones

que han caído más de un 70%; en este impás se han

roto muchos soportes, que otras veces fueron sólidos

y ahora han parecido mantequilla caliente.

Es una situación peligrosa: claro está que debajo

de este soporte siempre habrá un stop (un analista

fundamental tiene excusa para no ponerlo, pero no un

técnico) pero las pérdidas se van acumulando a lo que

hay que sumar la comisión del bróker.

He aquí el problema, ¿Por qué soportes que funcio-

naban, ahora no lo han hecho? Siempre pasa, el análisis

técnico aún siendo una herramienta “predictiva” no es

infalible (aunque lo sea, una persona puede ver una

señal y haber otra que esté viendo la contraria) y en

muchos casos ayuda más a desarrollar una estrategia

implementando una táctica determinada que al mero

hecho de predecir.

Esperar confirmaciones

Como se ha comentado anteriormente los soportes,

desde febrero hasta finales de marzo, han sido perfo-

rados con mucha facilidad, de hecho ningún análisis

ha funcionado: no se han mirado ni los fundamen-

tales de las empresas ni de sus sectores, las noticias

macro pasan totalmente desapercibidas e, incluso las

políticas monetarias y fiscales expansivas no se han

tenido en cuenta.

Lo único que ha funcionado es el miedo: los indica-

dores de pánico están disparados, VIX, ratios put-call,

o encuestas del sentimiento inversor minorista están

en niveles, o incluso por encima, de Lehman Brothers.

Hay mucha irracionalidad en el mercado, no solo por

el hecho de caer, sino por la forma. En ocasiones las

caídas están justificadas: por ejemplo de 2007 a 2009

en Estados Unidos las bolsas cayeron más que ahora.

Lo irracional hubiera sido que no lo hicieron, hay que

tener en cuenta que quebraban bancos casi semanal-

mente. Sin embargo solo hubo dos picos de miedo:

al principio de la crisis (mediados de 2007 cuando ya

empezaba a haber quiebras y suspensiones) y al final,

casi en mínimos del S&P.

Para un inversor es muy complicado operar en estos

entornos, no hay a qué agarrarse. La paciencia debería

ser la mejor consejera, sin embargo es fácil pecar de

aventurado y operar ante cualquier soporte, especial-

mente viendo algún rebote puntual que se produce

durante una bajada tan severa.

Esperar confirmaciones es antinatural, los humanos

estamos hechos para perder en bolsa, de hecho la

mayoría lo hacen mientras que los mercados suben

constantemente: somos ambiciosos, poco humildes,

influenciables, incluso manipulables (y manipula-

dores), vengativos (hasta contra el activo que nos ha

hecho perder), emocionales, “frustrables” (la palabra

no existe pero es fácil de entender) y además tenemos

limitaciones físicas. Buscar confirmaciones reduce

estos problemas.

Cada trader tiene sus herramientas técnicas y seguro

que muchas han dado señales de entrada durante

este mes. Estas herramientas, ya sean figuras,

velas, indicadores u osciladores deben formar parte

de una estrategia de inversión, pero no deben ser

ellas por sí mismas una estrategia y mucho menos

individualmente.

No hay que olvidar que para recuperar un 50% de caída, el activo se tiene que duplicar.