Table of Contents Table of Contents
Previous Page  61 / 75 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 61 / 75 Next Page
Page Background

61

TRADERS´ 09.2019

BÁSICOS

gestión de capital) son tanto o más importantes que los

conocimientos, la plataforma y la estrategia.

Pues bien, cuando definimos el precio de compra de

un activo y un nivel de stop somos mucho más obje-

tivos que una vez ya estando invertidos. Quien no tenga

mucha experiencia posiblemente pensará que es un bulo

de fricky, pero seguro que a muchos os ha pasado: una

vez que hemos comprado vemos señales de venta donde

no las veíamos antes, por arriba muy cercanas al precio

(tenemos ganas de realizar ganancias), por debajo cada

vez más alejados (tenemos miedo de perder). Como,

además, el miedo a perder es más grande que la satis-

facción de ganar (teoría de la perspectiva) y somos orgu-

llosos, no veremos señal de venta en pérdidas.

Antes de comprar todavía somos objetivos, por lo tanto

sí veremos señales técnicas que tengan una relación

óptima con el objetivo de ganancias.

Aún haciéndolo en el momento de la compra hay otro

riesgo: querer bajar el stop. Si el mercado va en la direc-

ción opuesta a nuestro análisis y bajamos el stop, éste no

nos servirá de nada: cuando veamos que la cotización va

bajando y acercándose a nuestro stop, por arte de magia,

la señal que veíamos cuando éramos objetivos desa-

parecerá y diremos “¿por qué puse el stop aquí cuándo

debería estar acá? (en un punto más bajo)”. Hacer esto es

lo mismo que no poner el stop, y por tanto, dependiendo

de la operativa, la desaparición del capital.

Somos humanos y, por tanto, esta reacción es más que

normal, ¿cómo evitarlo?

Es muy fácil, hay que llevar un diario de la operativa,

apuntar (antes o segundos después de dar la orden de

compra y stop) por qué ponemos el stop. Si hacemos

esto, cuando veamos que la cotización se acerca, recu-

rriremos a nuestro cuaderno y veremos el análisis

que hicimos cuando éramos objetivos. Por supuesto,

hay que fiarse más de éste (es el ángel en el hombro)

que ahora que somos subjetivos y tenemos miedo (el

demonio en el otro hombro). Solo hay una excepción: en

caso de operaciones corporativas que generen un ajuste

en el precio (dividendo, ampliación y por supuesto Split)

sí se puede (se debe) rebajar el stop en la cantidad equi-

valente al ajuste.

En cuanto a las emociones también nos puede ayudar en

otro sentido; reconociendo que es menos demostrable

(personalmente me va bien), el cuantificar la pérdida

que sufriremos como resultado en caso de saltar el stop

hace disminuir la ansiedad: ya hemos visto plasmada en

el papel esta pérdida y la tenemos “algo asumida”, por lo

tanto seremos menos irracionales para intentar evitarla.

Por supuesto, no es válido decir “yo el stop me lo pongo

mental porque no quiero que se vea”. Parece poco humilde

pensar que grandes patrimonios que invierten millones

de euros quieran fastidiar nuestra operación (quien opere

en OTC’s y sospeche de su plataforma lo debe poner en

conocimientos de CNMV y dejar de operar con ellos).

Lo peor es que este exceso de confianza en uno mismo

provocará que cuando el precio se acerque, aunque lo

tenga apuntado, no pondrá el stop y lo dejará caer más.

Cuando la cotización ha ido a nuestro favor y estamos

ganando dinero es otro momento de utilizar los stops.

Mucha gente marca una orden de venta limitada en un

nivel determinado, mientras que otros se marcan obje-

tivos sin limitar la venta. Quien haga lo segundo, al

alcanzar estos objetivos se subirá el stop; cierto que se

dejará de ganar algo, pero si la tendencia continua se

puede volver a subir el stop de forma casi infinita. Es

una forma de llevar a la práctica dos frases que se deben

grabar a fuego (ojo, que no todas las frases hechas son

ciertas): “limitar las pérdidas y dejar correr las ganancias”

y “la última peseta que se la lleve otro”.

Al no tener la orden puesta, de nuevo, el factor emocional

nos puede afectar. Las soluciones son similares al stop

en pérdidas: marcar claramente los motivos y los puntos

donde se subirán los stops, cuantos más objetivos se

marque mejor ya que cuanto más lejos esté el precio más

objetivos somos.

Una opción robotizada son los stops dinámicos o trai-

ling stops, sin embargo no soy muy partidario: se podrían

colocar stops por encima de soportes cómo se ve en el

gráfico 2. A pesar de ello, reconozco que para opera-

ciones a muy corto plazo sí pueden ser útiles.

En definitiva: los stops son necesarios pero hay que ser

muy respetuoso con nuestra estrategia de inversión-

especulación para poder utilizarlos y que nos protejan.

En caso de operaciones corporativas

que generen un ajuste en el precio (dividendo,

ampliación y por supuesto Split) sí se debe rebajar el stop.