TRADERS´ES 01

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PERSPECTIVAS
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01.2016
un rebote de FNMA. Me decidí a escalar en la oferta en la
cuenta de mi firma. Con 3.000 acciones cada 15 centavos
de dólar.
Yo quería ser un héroe. Quería armar deliberadamen-
te la escopeta (comprar antes de tener una señal adecua-
da) y obligarme a operar psicológicamente hasta cierto
tamaño. Tomar un poco de dolor anticipado para poder
adormecerlo más tarde.
Me gustaría ofertar en pequeñas cantidades, sólo
para poner algo de carne en el asador. Osar dejar bajar la
acción aún más que mis entradas iniciales, ya que tendría
aún un ¡mejor precio en la operación!
“Ping-ping-ping”. Esa era mi plataforma avisándome
a través de sonidos de que mis órdenes se estaban eje-
cutando mientras los creadores de mercado continuaban
tirando el valor.
A pesar de que era completamente innecesario comprar
en este momento (y no importa el hecho de que yo opere
mejor a corto), a mí no me importaba. Mi tamaño y pérdi-
da máxima aún eran mínimos con respecto a lo que espe-
raba ganar cuando llegase al tamaño completo y tuviese
la ganancia real.
La Primera de la subasta
El primer intento de caerse se produjo en 4,54. ¡Ahí va-
mos! Esto ya era un movimiento sustancial, a 2 puntos
de los máximos. Este valor era la primera señal real de
compra, o en mi caso, para añadir. Así que añadí más en
la cuenta de la empresa e inicié mis primeras compras a
largo en mi cuenta personal.
El Fallo
Permítanme una digresión por un segundo. ¿Alguna vez
se ha quedado atascado al operar un rebote después de
que la primera oferta se retirase? A mí me ha pasado
muchas veces. Ese es siempre el riesgo de operar una
acción de rebote. La mejor manera de tratar con ello es
ser hiper-vigilantes y estar a la defensiva cuando se ven-
de en el primer intento de repunte. Si utiliza límites de
pérdidas o espera en realidad a que la oferta caiga, se
le va a desplazar la operación de mala manera. Yo lo
llamo el trading de flujo, tanto la entrada como el plan
de salida se basa en la reacción al flujo de órdenes. Con
el tiempo, se convirtió en un procedimiento automáti-
co, había negociado muchos impulsos en los últimos 4
meses sin ser quemado por pérdidas grandes. No se su-
pone que tuviese que operar esas operaciones como un
trader de formaciones con límites de pérdidas o como
un trader de posición.
Bueno, volvamos a la operación. Durante los próxi-
mos 3 minutos, hice un seguimiento de cerca de la
misma esperando a que se confirmara ese movimiento
explosivo de la oferta para confirmar el rebote. Siguie-
ron tratando de levantar la oferta con gran volumen.
Venga. Esa vela verde debería llegar en cualquier mo-
mento. Podía sentir la tensión que helaba mi pecho. Oía
tic, tic, tic en mi reloj mental, ya que los vendedores se
negaron a ceder. Sentí algo que se apagaba un poco
en mí.
Este fue el momento crucial. Es como si mi creador de
decisiones internas, la pequeña voz en la que confío para
gestionar el riesgo de las situaciones más difíciles, deci-
diera dividirse en 2 facciones. Vendí plano a los 60 segun-
dos en mi cuenta personal.
Esta acción me relajó demasiado, como si mi men-
te lograra compartimentar totalmente el riesgo para
mantener las otras 100.000 acciones. Jolines, mi límite
máximo de pérdida diaria era de sólo $ 10.000. Mi pe-
queña voz me susurraba “ten cuidado” había dejado de
pensar, ya había cumplido. Ni siquiera introduje órde-
nes de venta en mi plataforma. La falta de urgencia fue
sorprendente. Era la ilusión de ser un puro vaquero. Al
mantenerme como estaba me estaba embarcando en el
viaje de mi vida.
Atrapado
El repunte falló y la oferta volvió de nuevo a los 4,54. Y
cayó de forma rápida y violenta. Los vendedores fueron
asaltando el frente y los operadores empezaron de nuevo
a entrar en pánico. Abajo hasta los 4,30. Monólogo inter-
no: “Esto es aterrador, tal vez debería salir y re-evaluar la
situación. Salvar lo que pueda hasta que vea la siguien-
te señal “Y luego:”. ¡No! No me importan los 4.50 pero
¿ahora empezará el rescate? Eso no tiene sentido. Man-
tengo el rumbo.”
Abajo hasta los 4,15. “¿Por qué estoy aún aquí? ¿Qué
me pasa? Nunca quise sentir dolor, ¿por qué lo hago aho-