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PORTADA
TRADERS´ 12.2018/01.2019
dejan fuera de su algoritmo cualquier comportamiento
futuro del mercado que no esté contemplado en su lógica.
Hay quien afirma que hay un mercado nuevo cada día,
que sería equivalente a decir que el mercado cambia
constantemente. Esto produce muchos problemas a los
que diseñamos sistemas y pretendemos que funcionen
igual en tiempo real, veamos:
Existe el problema de confundir minería de datos con
poder predictivo. Hoy en día los ordenadores son tan
potentes que con toda seguridad van a encontrar la
combinación de parámetros que resulte en una solu-
ción óptima. Pero no podemos pretender que esta
solución óptima se comporte igual en real. Esto lo
explica muy bien David Aronson2 cuando habla de
los mensajes ocultos en la Biblia. Parece ser que si le
pedimos a un ordenador que busque combinaciones
de letras (p.e. la primera letra de cada palabra) en la
Biblia, al final encontraremos mensajes que nos avisa-
rían del ataque a las torres gemelas, pero esto solo se
puede hacer a posteriori. Nadie encontró este mensaje
antes del año 2001 porque no se podía, al no existir el
concepto que habría que buscar. Incluso se pueden
encontrar avisos similares en Moby Dick, Guerra y Paz
o el listín telefónico de Chicago, confirmando así que el
efecto depende más del método de búsqueda que del
texto en el que buscar.
Los que creen en la existencia y validez de estos mensajes
confunden la minería de datos con el poder predictivo, y
eso precisamente es lo que ocurre si uno pretende que un
sistema de trading siga funcionando al mismo ritmo que
cuando fue optimizado. Dice Larry Williams3 que como
mucho los sistemas rinden al 70% de sus resultados de
optimización.
Pero por supuesto esto no quiere decir que no haya que
utilizar sistemas de trading, solo nos alerta ante una inter-
pretación ingenua de los resultados.
Cuando uno ha probado muchos sistemas sabe que los
parámetros óptimos sufren una desviación con el tiempo.
Esto nos lleva a la paradoja de que el parámetro óptimo
de hoy es precisamente el que no será óptimo en el futuro,
cuando operemos el sistema en real4. En la Ilustración
2 vemos que en realidad tanto el parámetro B como el
C serían mejores para predecir, porque ambos pueden
desplazarse hacia la solución óptima, mientras que A
solo puede empeorar.
La Ilustración 2 nos confirma que el futuro nunca es
como el pasado. Por esta razón podríamos decir que las
ideas y los algoritmos en los que se basan los sistemas
tienen una cierta caducidad. Robert Pardo5 dice que en
su experiencia un sistema funcionará alrededor de un
25% del periodo sobre el que fue optimizado. Es decir, si
se optimizó con los datos de 1 año se puede esperar que
empiece a degradarse a partir de 3 meses.
Todo esto nos lleva a la cuestión de cuándo se ha roto o
ha dejado de funcionar un sistema de trading.
¿Cuándo detener un sistema de trading?
La Ilustración 3 muestra un sistema de trading para el
Oro. El periodo de diseño y optimización termina en 2012
y el sistema tiene un backtest excepcional.
Pero si hubiéramos operado este sistema desde 2012 solo
hubiéramos tenido pérdidas. Esto lo vemos muy bien en
la Ilustración 4 que avanza un par de años tras el diseño.
¿Qué ha sucedido? Lo que ocurre es que el sistema de
trading aprovechaba el fuerte mercado alcista del Oro
que casualmente terminó en 2012. El sistema solo hacía
operaciones largas y mientras el mercado era alcista el
rendimiento no podía ser mejor. Aquí pasa un poco como
lo del pavo de Taleb, el futuro dejó de ser igual que el
pasado, y el sistema terminó en pérdidas (y el pavo en la
mesa).
Decidir cuándo parar un sistema de trading es una deci-
sión complicada. Un sistema de trading aísla un cierto
comportamiento de mercado. Si ese comportamiento
deja de existir el sistema ya no funcionará.
Desde un punto de vista estadístico la decisión de parar
un sistema es tan simple (pero no fácil) como aplicar un
criterio de corte. Por ejemplo, si sabemos que el máximo
drawdown del sistema con un 95% de confianza es de
20.000 euros entonces cuando tengamos un drawdown
superior a este valor sabremos que el sistema ya no
funciona.
Pero aquí es cuando el trader no acaba de encajar que
todavía hay un 5% de probabilidades de detener un
sistema que funciona; y en el peor momento posible,
Tanto el valor B como C pueden resultar en la ganancia máxima en el futuro
mientras que A solo puede empeorar.
Fuente: Elaboración propia
G2
Ganancia en función del valor de un parámetro optimizable