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Utilizamos el estándar de la industria financiera para
calcular el retorno ajustado por el riesgo: el Ratio de Sharpe.
segundo día gane otro 10%, no lo hará sobre 100%, sino
sobre 110%. Y así progresivamente. Esto implica que si
por suerte obtiene fuertes ganancias al principio, el efec-
to composición le garantizará un retorno digno incluso si
lo hace comparativamente mal el resto del tiempo. A la
inversa, si su sistema tiene grandes pérdidas al principio
le costará recuperarse aunque lo haga muy bien más ade-
lante. Y ambos efectos podrían ser fortuitos, para nada
representativos del comportamiento general de su meto-
dología de inversión.
Por eso, para evaluar tal vez le interesará más com-
parar medias sobre valores simples. Por otro lado, hemos
de tener en cuenta que a diferencia del benchmark, nues-
tra estrategia no está siempre invertida: sale y entra del
mercado para evitar épocas de excesiva volatilidad, con
lo cual no debemos evaluar sólo la rentabilidad sino tam-
bién la incertidumbre, y para ello utilizaremos el estándar
de la industria financiera para calcular el retorno ajustado
por el riesgo: el Ratio de Sharpe.
La fórmula matemática puede resultar un tanto eso-
térica, así que permítame usar una sencilla analogía: ima-
gine que le digo que mi amigo Pedro se ha ido a esquiar
y se ha caído 8 veces, mientras que mi amigo Luis se ha
caído sólo 2. Vaya paquete que es Pedro, pensará usted.
¿Pero y si le digo que ese fin de semana Pedro ha esquia-
do 4 pistas mientras Luis esquió sólo
2? Entonces verá que de hecho Pedro
es mejor atleta, porque se ha caído
sólo 2 veces / pista mientras que Luis
se la ha pegado en cada una de las
veces que ha bajado. Los porcenta-
jes nos permiten comparar con justi-
cia cosas diferentes; ese es el poder
del ratio de Sharpe: nos proporciona
la rentabilidad por unidad de riesgo
de nuestra inversión.
Largo Plazo
Veamos los resultados en 20 años
de inversión respecto la rentabilidad
-acumulada y anualizada-, volatilidad -anualizada y como
ratio de Sharpe-, y pérdida -tanto máxima como más lar-
ga, expresada en días sin ninguna ganancia-.
Una primera revelación interesante proviene de
la gran divergencia de resultados entre el DJIA y el
NIKKEI: muy positiva para el primero, muy negativa
para el segundo, que debido a la situación de la eco-
nomía Japonesa ha sido mucho más errático que el
anterior.
En general el diferencial de rentabilidad en bruto es
mayor cuanto más alcista haya resultado el índice de re-
ferencia, una situación que exacerbada en los polos por
el DJIA y el NIKKEI debido a ser ponderados por precio,
en lugar de ponderarse por capitalización como el resto
de índices de nuestro estudio.
Pero lo más importante es que, como podemos com-
probar, en todos los casos utilizar la estrategia es mejor
que el benchmark en términos de rentabilidad ajustada al
riesgo -ratio de Sharpe-. Esto es especialmente notable
ya que la estrategia que hemos usado tiene como mi-
sión explotar el momento, es decir, la noción de que los
precios tienen una cierta velocidad y aunque se produzca
una progresiva aceleración o deceleración, su tendencia
es a continuar en la dirección previa, al igual que aconte-
ce con los objetos físicos.
Rentabilidad Acumulada (en %) y Anualizada (en %), Volatilidad Anualizada (en %) y como Ratio de Sharpe (x
100), Pérdida Máxima y Más Larga (en días).
Fuente: Factset, Elaboración propia
Benchmark
Rentabilidad
Volatilidad
Pérdida
Acumulada
Anualizada Anualizada
Sharpe
Máxima Más Larga
SP500TR
1265.38% 9.70% 17.38% 59.9369 54.94% 2240
IBEXTR
866.91% 9.79% 22.32% 51.3106
55.63% 2401
DAX
492.58% 7.25% 22.05% 41.0722
71.97% 2660
DJI
621.52% 7.80% 16.66% 51.2855 53.30% 2453
NIKKEI
125.77% 2.40% 21.60% 20.3470 80.84% 9608
T1)
Resultados de inversión en el benchmark, periodo completo