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www.traders-mag.es07/08.2016
Pero el escollo fundamental es más profundo, subya-
ce bajo la aparentemente tranquila superficie de la teoría:
esa supuesta eficiencia de los mercados no es producto
de una ley universal, sino que se debe a la presencia de
especuladores cuyo trabajo consiste en encontrar inefi-
ciencias del mercado, oportunidades de ganar dinero y
arbitrarlas para su beneficio antes que otro competidor
lo haga. Ahora bien, esos especuladores sólo pueden
subsistir en cuanto hayan ineficiencias por arbitrar, dine-
ro por ganar en los mercados porque, precisamente, no
son eficientes. Es decir: sólo si el mercado no es eficien-
te atraerá a los agentes que le aporten eficiencia, mien-
tras que es eficiente no habrá ningún incentivo para que
deje de ser eficiente. La EMH solo puede ser verdad, si es
mentira.
La EMH pertenece al club Disney de las fantasías de
los economistas, como la teoría del equilibrio de oferta
y demanda: modelos abstractos, atractivos en su orga-
nización interna, pero cuyas grandes simplificaciones,
como el coste cero de información y la racionalidad de
los agentes económicos, las convierten en parodias de sí
mismas. Todo el mundo tiene derecho a sus propias opi-
niones pero no a sus propios hechos, así que usando la
tecnología moderna hemos creado un pequeño entorno
de backtesting para probar si los datos pueden apoyar o
refutar esas ideas.
Datos
Para este ejercicio usaremos los datos del IBEX 35,
DAX30, SP500 Y DJIA a lo largo de los últimos 25 años de
actividad bursátil, acabando en el 2016-04-18 e iniciando
en:
1988-11-21
SP500
1991-09-17
DAX
1992-10-27
IBEX
1990-10-15
DJI
1982-10-25
NIKKEI
Es importante que tengamos en cuenta que tomamos
los precios en su versión Total Return. Muchas empre-
sas otorgan a sus accionistas pagos periódicos, una
forma de premiar su fidelidad de manera instantánea
sin tener que esperar a la venta de la posición o la li-
quidación de la compañía. Si el dividendo es en dine-
ro se produce una salida de valor, y una -la mayor de
las veces pequeña- caída del precio de mercado por la
misma cantidad. Pero ese dinero ha ido a su bolsillo, y
como tal forma parte la rentabilidad que se deriva de
su posición en dicho activo. Si no lo tiene en cuenta
está subestimando su retorno e introduciendo arbitra-
riedad en su sistema.
En tales casos la convención es trabajar con una polí-
tica de dividendo reinvertido: suponer que en el momen-
to en que usted recibe el dividendo usted lo aprovecha
para aumentar la posición en el activo por el mismo va-
lor. Es la opción más racional: aparte de lo complicado
e inútil que resultaría contabilizar todos los dividendos
por separado, si usted prefiere liquidez a acciones, puede
tenerla en cualquier momento vendiendo todo o parte de
su posición, no tiene por qué esperar a un dividendo. A
esa serie retroactiva que incorpora todos los eventos se
la conoce como precio ajustado por dividendos y amplia-
ciones o, en breve, precio Total Return.
Tenga además en cuenta que mientras el IBEX 35 es
un índice de contado, el DAX 30 se trata por defecto un
índice total Return. Frecuentemente verá analistas finan-
cieros comparando ambos para sacar conclusiones sobre
el respectivo estado de la economía Española y Alemana,
pero suponiendo que exista una incuestionable relación
es un craso error hacerlo a menos que tome la versión TR
del IBEX 35 o la versión contado -llamada Kursindex- del
DAX, como nos encargaremos de hacer en este artículo.
Metodología
Nuestra estrategia va a ser muy sencilla, un sistema clá-
sico de análisis técnico conocido como Cruce de Oro y de
la Muerte. Vamos a comparar un Benchmark -comprar y
mantener el índice durante todo el periodo, lo que haría
EMH-, y contraponerlo con nuestra estrategia, que va a
ser muy sencilla: El Cruce de Oro y el Cruce de la Muerte.
Abriremos largos cuando la media móvil simple (SMA) de
50 sesiones cruce al alza la SMA de 200 sesiones -“Cruce
de Oro”- y los cerraremos cuando se cruce a la baja -“Cru-
ce de la Muerte”-. Todo ello comparado con un índice re-
presentativo del mercado: lo que haría Fama. Finalmen-
te puntualicemos que nunca cortos, que nuestra cartera
inicial será de un millón y que ignoraremos los costes de
intermediación porque no afectarán de manera significa-
tiva a nuestros resultados debido a la bajísima actividad
operativa de todos los sistemas.
Métricas
Es una tendencia humana general focalizarse en los be-
neficios, pero lo peor que puede hacer es valorar un sis-
tema a través de la rentabilidad final -e.g. $7 millones-.
Ni siquiera si lo valora como un porcentaje -e.g. 267%-.
Ni siquiera si lo anualiza -e.g. 35% anual-. Esto se debe
a que se trata de una rentabilidad acumulada. Imagine
que el primer día usted gana 10% sobre 100%. Cuando el